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Estilo de vida

¿Debo hacer presoterapia antes o después de caminar?

La presoterapia es un tratamiento al alza. Ha ido ganando terreno especialmente en el terreno de la estética, aunque también está muy vinculado en la búsqueda de beneficios para la salud y cada vez es una opción más explorada por los deportistas o amantes del ejercicio. 

Se trata de una técnica no dolorosa, no invasiva y de aplicación sencilla. Cada sesión puede durar entre media hora y tres cuartos, y está especialmente recomendada para aplicarse en la fase de recuperación, aunque no hay ningún inconveniente en abordarse antes.

Las sesiones de presoterapia suelen durar entre 30 minutos y una hora. Ajustar el tiempo dependerá de las necesidades del paciente y se debe realizar siempre con profesionales. Lo recomendado puede ser una o dos veces por semana. 

A medio-largo plazo, se pueden conseguir buenos resultados, no solo a nivel estético como la apariencia de la piel o unos músculos más tonificados, sino que también se puede lograr un cambio a nivel más interno con la reducción del estrés o la mejora en la circulación.

Mecánica y funcionamiento de la presoterapia

Para poder llevar a cabo el tratamiento, hay que enfundarse en un traje, desde los pies hasta los brazos, que emplea cámaras de aire que aplican un masaje neumático. La presión del aire incorporada sobre ciertas zonas del cuerpo ayuda a masajear y generar un impacto positivo en la zona. 

Se trata de un método relajante e indolor. El procedimiento persigue dos funciones básicas: mejorar la circulación sanguínea, y realizar un drenaje linfático que impida la acumulación de líquidos y favorezca la eliminación de toxinas. Además, se consiguen otras derivadas beneficiosas: relajar y tonificar la musculatura, así como reducir grasa y por lo tanto peso.

Beneficios de la presoterapia para deportistas

Su activación del sistema linfático, su relajación de la musculatura y su rol de eliminación de toxinas constituyen elementos interesantes para ser considerados por los deportistas. Además, este tratamiento promueve la recuperación y el descanso muscular tras un entrenamiento exigente, con lo que el cuerpo logra estar disponible para rendir de nuevo con mayor celeridad. Aparte, genera otras bondades:

  • Reduce inflamaciones
  • Mejora la circulación sanguínea
  • Alivia dolores
  • Disminuye los niveles de estrés. Se afloja la tensión del cuerpo, de ahí que sea más interesante aplicarla una vez ya se ha cumplido con la rutina física de la jornada
  • Reduce la acumulación de líquidos al estimularse el sistema circulatorio y linfático
  • Contribuye a la eliminación de toxinas y grasas del cuerpo
  • Reduce celulitis
  • Tonifica músculos y articulaciones
  • Favorece mejores digestiones
  • Permite que la piel luzca mejor porque se fomenta una regeneración celular

Por toda esta cantidad de beneficios, se suele recomendar en el post ejercicio, pero antes también puede generar un impacto positivo en cuanto a mejorar la flexibilidad y preparar al músculo para la práctica deportiva, con lo que se pueden lograr mejores resultados. 

Conviene esperar una hora y media o dos para la aplicación de la presoterapia, una vez el cuerpo ya ha entrado en un modo relajación y se ha recuperado de la práctica de un esfuerzo intenso.

Contraindicaciones en el uso de la presoterapia

Contraindicaciones en el uso de la presoterapia

No todo el mundo puede someterse a un tratamiento de presoterapia. Es importante consultar con los profesionales para valorar su idoneidad. Estos son algunos perfiles contraindicados para este tratamiento:

  • Pacientes con problemas circulatorios
  • Embarazadas
  • Personas con problemas cardíacos, de hipertensión o hipotensión
  • Insuficiencia renal
  • Portador de marcapasos
  • Pacientes con procesos infecciosos sistémicos
  • Personas con trombosis o insuficiencia arterial
  • Si se presentan infecciones en la piel
  • Problemas de hipotiroidismo
  • Pacientes oncológicos

Un tratamiento de presoterapia ha de formar parte de un plan más integral y global, que ponga el acento en una dieta sana y equilibrada, y la práctica deportiva saludable. Es básico también asegurarse de si se cumplen con los requisitos para poder someterse a un procedimiento de este tipo.