No quiero ser OBESO
Siempre hay un momento en el que nos planteamos por qué nuestro físico es el que es y por qué no es diferente, un momento de reflexión sobre nuestros hábitos alimenticios o deportivos. Muchas veces este momento se da antes del verano porque no nos vemos bien para ir a la playa o la piscina; o justo después del verano pues, si hemos “disfrutado” de más en nuestras vacaciones, puede ser que arrastremos a casa algo más que un bonito bronceado. Lo peor de esto es que el moreno se nos va muy rápido pero esos kilos demás no lo hacen, y aunque en invierno no lucimos nuestro cuerpo con asiduidad tampoco podemos relajarnos y dejar que siga aumentando nuestra talla de pantalón.
Después de reflexionar y sobre todo decidir que queremos cambiar nuestro estado físico porque tenemos sobrepeso, debemos de conocer por qué tenemos ese sobrepeso, cuáles son los malos hábitos que tenemos que cambiar, y quéhábitos saludables tenemos que adoptar en nuestra vida cotidiana. Para responder estas cuestiones solemos guiarnos asiduamente por opiniones de conocidos en lugar de profesionales, con lo que por norma tendremos una información que no es del todo fidedigna. Siempre intenta pedir consejo a un profesional y no te dejes llevar por mitos.
Algo que me gustaría deciros es que para abandonar ese sobrepeso un primer paso será el dejar de pensar como tal, sí, “NO pienses como obeso”. El pensamiento positivo te llevará a adoptar aptitudes favorables ante los cambios que debes adoptar. Por ejemplo: cuando se piensa como obeso, una de las cosas típicas porque se quiere dejar de serlo es comer menos pero a base de eliminar comidas. Muchas personas eliminan su desayuno porque así alargan las horas sin comer y por tanto se comería menos. Según un estudio la mayoría de las personas obesas no desayunan, esto no significa que el desayuno adelgace sino que si llevamos nuestra alimentación controlada será más fácil que no pequemos de comer con ansia por dejar muchas horas de ayuno o entre comidas.
Últimamente tenemos mucha información nutricional que nos llega desde todos los medios, y una herramienta que podía ser positiva se convierte en negativa ya que acabamos adoptando hábitos poco saludables o que nos someten a un estrés físico y mental tan alto que nos conducen a abandonar nuestros buenos propósitos. Ya cualquier persona sabe que los carbohidratos en abundancia nos hacen engordar y que si los suprimimos (o bajamos su consumo) conseguimos adelgazar, pero claro esto no quiere decir que tengamos que optar por una dieta exenta de carbohidratos y mucho menos mantenida en el tiempo.
No debemos optar por una dieta muy hipocalórica o sin carbohidratos durante mucho tiempo, ya que nuestro organismo no tardará mucho tiempo en adaptarse a ese estado hipocalórico bien quemando masa muscular o ralentizando nuestro metabolismo por influencia de ciertas hormonas. De igual modo tampoco debemos de eliminar las grasas de nuestra dieta pues nuestro sistema endocrino las precisa para su correcto funcionamiento. La conclusión es que no tenemos que hacer dietas extremas para bajar ese sobrepeso, simplemente hay que hacer pequeños cambios a nuestra dieta y dar tiempo para que el cuerpo pueda ir metabolizando y quemando la grasa que nos sobra.
Moverte más será uno de los pasos que tendrás que adoptar para eliminar el sobrepeso y vuelvo a recordarte NO pienses como obeso. Haz las actividades que quieras hacer, las que te motiven, no pienses que no son para ti o que no eres capaz pues todos tuvimos un comienzo para todo. No te encasilles en una actividad física porque veas que la gente que hace otra esté más en forma que tú; es muy normal ver en los gimnasios a la gente con sobrepeso hacer sesiones interminables de ejercicio cardiovascular y no hacer prácticamente trabajo de fuerza. Hay varios estudios que demuestran que el ejercicio de alta intensidad ayuda a quemar más grasa por que eleva el consumo post ejercicio, el entreno de fuerza con pesas y maquinas te ayudará sobre todo a mantener tu masa muscular que os recuerdo que de ello depende vuestro metabolismo basal.
¿Sabéis que nuestro cuerpo reacciona ante nuestros pensamientos? Según un estudio, el mero hecho de pensar en hacer ejercicio físico puede hacerte más fuerte. Así que además de hacer ejercicio (Sí! Tenéis que moveros), también podéis pensar que hacéis ejercicio para poneros más en forma aún.
Visualiza tu objetivo y ve por a por él, piensa que lo puedes alcanzar y deséalo, pero sobre todo actúa para lograrlo.