¿Qué es la variabilidad de la frecuencia cardíaca y cómo afecta a los deportistas?
Los que practican deporte con asiduidad saben que hay días buenos, de inspiración, de sensación pletórica a nivel físico, y otros días regulares, en los que cuesta todo mucho, casi sin energía e incluso con ganas de terminar pronto y meterse en la ducha. E
s algo normal, no somos máquinas infalibles. Estos cambios pueden deberse a muchos factores, tanto internos como externos. Una de estas explicaciones puede estar en nuestro sistema nervioso y en su capacidad para arrancar la maquinaria, adaptarse a la exigencia y luego recuperarse.
En esta misma línea, otro ejemplo que seguro que te encaja. Sin tener las mejores sensaciones, optas por mantener exactamente tu rutina diaria y rápidamente notas que esto está implicando mucha más dificultad de lo habitual. Fuerzas la maquinaria y aparecen los tirones, molestias o lesiones.
Puede que tu cuerpo no estuviera preparado o necesitara un poco más de descanso antes de seguir con el plan establecido. ¿Cómo podemos averiguar si nuestro cuerpo necesita más margen de descanso o ya está preparado para darle caña?
Conoce tu variabilidad de la frecuencia cardíaca
Con los parámetros en la mano, entenderás si te va a costar más o menos esfuerzo acometer un entrenamiento de velocidad, potencia o resistencia; también si te vas a recuperar con mayor o menor facilidad.
Hoy en día hay relojes inteligentes y aplicaciones que pueden calcular cómo evoluciona tu frecuencia cardíaca, qué variabilidad tiene, y si ciertos días pueden convertirse en jornadas de inspiración o de pesadilla.
De esta forma, los deportistas podrían llegar a ajustar mejor su planificación más inmediata. Por ejemplo, si todos los días se presenta una variabilidad baja, tu cuerpo no se está adaptando bien y, por lo tanto, necesitará una semana de carga inferior para dar la oportunidad de que se recupere correctamente. En cambio, una variabilidad alta te va a permitir acortar plazos y superar tus marcas.
¿Qué significa la variabilidad del ritmo cardíaco?
Aunque pueda parecer lo contrario, nuestro corazón no es un reloj. No late de manera precisa todo el tiempo. No hay uniformidad en el latido. Existe una variación constante. No solo en el número de latidos por minuto, sino también en los segundos entre latido.
El sistema nervioso autónomo, como respuesta a situaciones de estrés o miedo, es el que se encarga de modularlos. Las oscilaciones en los latidos dan como resultado la variabilidad de la frecuencia cardíaca, cuyo número resultante nos da información. Esta métrica captura la variación en el intervalo de tiempo entre latidos consecutivos.
Tener una variabilidad baja puede conllevar la aparición de enfermedades cardiovasculares u otros problemas relacionados con obesidad o diabetes. Suele ser un indicador de vida sedentaria, malos hábitos o simplemente con el funcionamiento del cuerpo alterado.
En cambio, las personas más saludables son aquellas que tendrán una variabilidad más alta, capaz de pasar con mucha facilidad de situaciones muy excitantes a otras más calmadas. Es decir, son personas que tienen una respuesta encomiable a situaciones de mucho estrés competitivo y luego, cuando toca descansar y recuperar sensaciones, son capaces de bajar pulsaciones y hacerlo de forma profunda. Esto da como resultado una variabilidad alta.
¿Cómo se mejora la regulación de la frecuencia cardíaca?
Hay muchas variables que intervienen como por ejemplo la edad, la condición física, ser fumador, beber alcohol, tener colesterol, cuántos medicamentos se han ingerido o padecer enfermedades cardiovasculares. Además, hay otros factores como haber descansado correctamente, tener estrés en el trabajo o en casa y haber consumido mucho café que también desempeñan un papel activo.
Aparte de llevar una dieta sana y equilibrada y respetar las horas de sueño, hay otras acciones que pueden mejorar la variabilidad de la frecuencia cardíaca, como son la ingesta de ácidos grasos en omega-3 como el pescado azul o los frutos secos. También el hecho de hacer estiramientos y darse profundos masajes para los músculos.
Evidentemente, cuanto más se logre controlar el estrés, mejor porque es otro de los desencadenantes de una variabilidad baja. Para ello, por ejemplo, se puede recurrir a suplementos dietéticos en forma de comprimidos, ricos en vitaminas, magnesio orgánico y extractos vegetales, como el Relax de BioTechUSA.
Apoya el buen funcionamiento del sistema nervioso y permite equilibrar los momentos más estresantes de nuestro día a día. Conoce tu variabilidad en la frecuencia cardíaca y diseña a la perfección tu hoja de ruta competitiva.