¿Qué desayunar antes de entrenar?
El desayuno puede ser un quebradero de cabeza o, para los que no se cansan tomando siempre lo mismo, la cosa más fácil y automática del mundo. A veces cuesta dar con la tecla de algo que te siente bien, que te apetezca y que encima te llene el depósito para funcionar. La dificultad aumenta cuando tratas de buscar rendimiento desde las primeras horas y le das vueltas a cuáles podrían ser las mejores opciones.
Últimamente, ha cobrado fuerza la opción de ir en ayunas al entreno de la mañana, algo que permite ganar tiempo, y más cuando no nos sobra en las primeras horas, y encima generar una pronta activación: despertarnos y ejercitarnos. De todo esto hablaremos largo y tendido para que elijas al final lo que más te convenza, pero ya te avanzo que no es el escenario ideal.
Desayunar o no desayunar, esa es la cuestión
No hay una respuesta clara al respecto. Básicamente porque depende mucho de la persona y del tipo de entrenamiento. Si el ejercicio es moderado y se viene de una buena ingesta por la noche, tal vez sea suficiente con un café con leche entera para funcionar. Ahora bien, pretender asumir una sesión de musculación exigente por la mañana sin nada en el estómago o con tan solo un café es algo demasiado optimista e incluso no demasiado recomendable.
Las cenas también influyen en el preentreno
Es muy importante en esta ecuación lo que has ingerido la noche antes, y esto implica hablar de carbohidratos de Índice Glucémico (IG) alto o bajo. Básicamente, la diferencia entre ambos radica en el efecto en los niveles de glucosa en sangre. Los carbohidratos de IG alto se descomponen y absorben rápidamente mientras que los bajos liberan la glucosa de una manera más gradual en el torrente sanguíneo.
En los carbohidratos de IG alto, encontraríamos el pan, los cereales, las patatas fritas, los alimentos fritos y todo tipo de dulces. En los bajos, los alimentos integrales como la quinoa, las verduras como el brócoli o las espinacas, y las legumbres. Puestos a entrenar en ayunas, lo más recomendable es haber ingerido la noche antes unos carbohidratos de IG bajo para que, al día siguiente, haya menos probabilidades de que nos dé una pájara entrenando y caigan en picado nuestros índices de glucosa.
Buscar el desayuno equilibrado ante un entreno duro
Al final, vamos a lo mismo: si tenemos un entreno exigente de pesas por delante, lo mejor es acometer una ingesta adecuada, y mínimo 30 minutos antes del ejercicio para dar tiempo a una correcta digestión. Este será el mejor escenario para responder debidamente a las necesidades reclamadas. Lo ideal es que este desayuno, o el menú completo, y más si estás con la necesidad de implementar una dieta especial, sea elaborado por un profesional de la nutrición, que será el que ajuste a la perfección tus necesidades con tus demandas.
Seguramente, el buen desayuno es aquel que logre equiparar porcentajes de hidratos y proteínas, y situar por debajo el de grasas, pero que también estén presentes. Hay que lograr un buen equilibrio entre el carbohidrato que nos va a llenar el tanque de combustible, la proteína que nos va a permitir ‘construir’ y las grasas que también nos van a suministrar energía.
Por ejemplo, una opción interesante podría ser un porridge de avena con arándanos o frutos rojos y una tortilla de dos huevos. Para ello, tenéis elInstant Oats de BioTechUSA para vuestros desayunos. Es un producto de harina de avena de grano fino, ideal para combinar con un yogur. También tenéis la opción gluten free. Recordad siempre la necesidad de una buena hidratación desde las primeras horas del día.
¿Desayuno sólido o líquido?
Alguno puede pensar en la opción de resolver el desayuno preentreno con un batido de proteínas de Iso Whey Zero. No es para nada mala alternativa, pero en la versatilidad estará la virtud, y tal vez es más interesante dejar el batido para el post entrenamiento, y optar por un desayuno sólido para empezar el día. Eso sí, el batido de proteínas es necesario para recuperar porque será el que nos permitirá la recuperación muscular y el crecimiento de nuestros tejidos.
Por último, es importante no ver el desayuno como la comida que uno se puede saltar para lograr una pérdida de peso inmediata. El bajar kilos en la báscula ha de estar más relacionado con generar un déficit calórico estable, dentro de un proceso combinado de dieta saludable y ejercicio físico.
Dietista
«El cambio es constante a nuestro alrededor y en nuestro interior. Escucha las señales de tu cuerpo y apóyalo en consecuencia, porque así es como puedes crear equilibrio.»