Las comidas más dañinas que deberías evitar en la playa
Refrescos de cola, patatas fritas, tapas, creps, perritos calientes … Solo para mencionar algunas de las comidas que ofrecen los chiringuitos de playa. ¿Has empezado ya a babear como un perrito y ya tienes ganas de probar uno de estos deliciosos snacks – por lo menos en teoría? Si la respuesta es sí, sigue leyendo – quizá hayas perdido el apetito al final del artículo.
Si estás entre el grupo de personas – afortunadamente creciente – que se cuidan y prestan atención a llevar una vida consciente y saludable, entonces debes estar bastante harto de tantas prohibiciones. Aun así, todas las comidas mencionadas previamente tienen una señal de “Stop” gigantes sobre ellas.
De acuerdo, sabemos que no deberíamos comerlas, pero no hablamos del por qué – aparte del hecho de que contienen muchas calorías – así que cuesta mucho más evitarlas. Si solo consideras el contenido energético de las comidas que puedes comprar en los chiringuitos de playa, podrías tener razón al preguntar si sería correcto considerar la “trampa” en términos de tu ingesta diaria de carbohidratos y grasas. Bien, nos gustaría explicarte por qué no deberías ingerir esas comidas a pesar de todo…
Tu mayor enemigo no es el azúcar…
Uno de los mitos más comunes y a menudo más equivocados hoy en día es la “azúcar fobia”. Mal entendido, porque existe una conexión real entre el consumo de comidas azucaradas y obesidad (dah!), pero el azúcar de remolacha y la fructosa no son perjudiciales. Al contrario, son buenos para deportistas ya que proporcionan una rápida recuperación de la energía, ej. durante las competiciones. El énfasis está sobre el deporte y la moderación.
Sin embargo, es innecesario e incluso malo para tu cuerpo ingerir el aceite utilizado para freír patatas o tapas. Cuando el aceite de girasol se calienta más allá de cierta temperatura y se reutiliza una y otra vez, aparecen las grasas trans que son muy perjudiciales para la salud (incluso la OMS regula el contenido de grasas trans de alimentos vendidos a través de canales de distribución. Ocurre más frecuentemente en comidas precocinadas como resultado de la hidrogenación, un procedimiento utilizado en la industria alimentaria. Estos ácidos grasos tienen una estructura cambiada que contribuye a padecer enfermedades cardiovasculares, problemas de colesterol, y condiciones cancerígenas. Nuestros cuerpos no pueden usarlos o descomponerlos, por lo tanto, se acumulan como grasa corporal… en forma de manijas del amor. Estas grasas trans las podemos encontrar en embutidos, el panecillo de tu perrito caliente e incluso en la salchicha de Frankfurt. También es aplicable a la crema de avellanas que pones en tu crep, hamburguesas congeladas, galletas oreo, palomitas, patatas fritas congeladas y productos de panadería.
Algunas décadas atrás, la sal se declaró como “muerte blanca”, igual que el azúcar. Sin embargo, no es cierto en sí mismo ya que ingerir algo de sodio y cloruro (ej. sal) es esencial para el mantenimiento del equilibrio de fluidos y minerales en el cuerpo humano (aprox. 1 cucharadita de café al día). Lo que es incluso más peligroso son los potenciadores del sabor.
Se identifican usualmente con el más popular potenciador del sabor, el glutamato monosódico, que no solo le proporciona un nuevo carácter al sabor, sino que también lo acentúa más. Por este motivo los gofres y la crema de chocolate saben tan bien, por eso nunca estás satisfecho después de consumirlos, solo te impulsan a consumir en exceso… y sí, existe una gran discusión, quizás incluso demasiado grande sobre el glutamato monosódico. Los opositores del glutamato reivindican que, consumido regularmente en grandes cantidades, causan nauseas, diabetes, tumor cerebral o daños cerebrales, Enfermedad de Parkinson y Alzheimer y arritmia, aunque ninguna de estas ha sido científicamente probada. (Ya es suficientemente malo que se difundan cargos tan serios contra algo, así que debe haber algún fundamento para ellos… Al final, es mejor evitar comidas llenas de potenciadores del sabor.) Es más común en productos cárnicos, patatas fritas, salsas, natillas, sopas, comida en lata y, por supuesto, comida preparada en restaurantes chinos.
Por lo tanto, recomendamos preparar de antemano comidas en casa antes de salir hacia el lago o la playa más cercanos. Pon vegetales, frutas, frutos secos, arroz hinchado y abundante agua en tu bolsa.
Panna Plézer
Entrenadora