¿Qué alimentos no rompen el ayuno intermitente?
Seguro que te has preguntado en más de una ocasión sobre la fiabilidad y efectividad del ayuno intermitente. Es un concepto cada vez más en alza, y más debido a la exposición que ha tenido por parte de actores o gente famosa que ha decidido compartir las bondades de esta dieta a través de las redes sociales.
Es un sistema que no está pensado en adelgazar como principal objetivo, aunque sí que puede ser una de las derivadas obtenidas a la hora de iniciar un proceso así. Existen muchas formas de hacer el ayuno intermitente, os explicaremos unas cuantas, pero conviene apuntar que no a todo el mundo le sienta igual. Hay personas que se sienten mejor limitando las ventanas de ingesta y otras a las que no tanto. Como siempre decimos, conviene escuchar al cuerpo.
La parte teórica que secunda el hecho de dejar largas horas al cuerpo sin ingerir es que los humanos, ya desde sus orígenes cazadores y recolectores, se adaptaban y sobrevivían durante períodos sin alimentos.
Esto implica que el cuerpo, a nivel metabólico y hormonal, se supone que también sabe adaptarse y navegar en otros contextos. Al evolucionar, la comida es más fácil de conseguir y hay muchos que consideran que existe una sobrealimentación en una parte de la población que tiene acceso a los recursos y los procesados rápidos.
¿Qué es el ayuno intermitente?
Es una dieta que consiste en limitar la ingesta de calorías a un periodo de tiempo concreto durante el día y ayunar el resto. Tiene como objetivo ampliar el rango de horas de no ingerir alimentos. Durante el ayuno, los niveles de glucosa descienden y obligan al cuerpo a movilizar las reservas de grasa. De ahí que se pueda generar una pérdida de peso, y esto solo pasa cuando se alcanzan ciertas horas de ayuno porque el cuerpo deja de utilizar los alimentos ingeridos previamente para pasar a movilizar las reservas de grasa.
Se trataría de cambiar el chip y la mentalidad. Ya no se podría estructurar el día para cinco comidas, sino saber de cuántas horas se disponen en la nueva programación para ingerir alimentos y, a partir de ahí, establecer por ejemplo dos comidas fuertes y una menos potente.
Tipos de ayuno intermitente
Hay muchas y diferentes modalidades de ayuno intermitente, tú debes evaluar cuál se puede adecuar mejor. Destacamos algunas como:
- 5:2. Cinco días de comer normal y los dos días restantes reducir la ingesta de calorías. Es una buena forma de explorar previamente si lo del ayuno intermitente va con vosotros.
- Días alternos. Un día de ayuno y el otro de comida. Así de simple y exigente.
- 16:8. 16 horas de las 24 que tiene el día sin comer y, en las ocho restantes, se ingieren alimentos. Por ejemplo, se aprovechan las ocho horas de descanso para sumarle ocho por delante o por detrás al reloj. Cenar a las 19h y no comer nada hasta las 11h de la mañana del día siguiente. O acabar de cenar a las 22h y no comer nada hasta las 14h del nuevo día.
Es recomendable que todo lo que se consuma en la ventana de alimentos sea estrictamente saludable. Toca huir de los procesados o grasas. Si eres de mañanas, puedes hacer un desayuno completo y equilibrado, un tentempié al mediodía y luego una merienda-cena más potente.
¿Qué alimentos se pueden tomar durante el ayuno intermitente?
Hay una serie de bebidas que son beneficiosas e incluso recomendables en los periodos sin ingerir alimentos y en ningún caso rompen el ayuno intermitente. Estos son los líquidos que no rompen el ayuno:
- Agua. Opción de que sea con 9 tipos de vitaminas y zinc. Un producto de BioTechUSA.
- Agua con gas o con limón.
- Café sin azúcar. Puedes ponerle canela u optar por un saborizante sin azúcar o colorantes como el de Zero Drops.
- Té e infusiones
- Caldo casero de verduras sin sal y con verduras como apio, puerro o zanahoria.
- Kombucha.
El ayuno intermitente es una opción, como muchas otras. Puede mejorar la presión sanguínea, reducir la grasa, combatir el estrés oxidativo y tener una flora intestinal más saludable porque se controla y se selecciona mucho más lo que se come.
Es una de las ventajas de reducir el abanico de comidas. Menos y, seguramente, de más calidad, más pensadas, pero es un proceso que no tiene por qué sentar bien a todas las personas.
Toca escucharse a uno mismo y también ponerse en manos de profesionales para valorar la idoneidad de los distintos tipos de dieta.
Dietista
«El cambio es constante a nuestro alrededor y en nuestro interior. Escucha las señales de tu cuerpo y apóyalo en consecuencia, porque así es como puedes crear equilibrio.»