Elimina los kilos ganados en el verano
Con la llegada del verano y el calor solemos relajarnos un poco (quizá demasiado) y descuidamos la dieta y el ejercicio más de lo que deberíamos. Con el buen tiempo apetece salir de casa con los amigos a las terrazas de los bares, al cine, a un restaurante, etc. Es inevitable comer alimentos con alto contenido graso, fritos, dulces, refrescos … pensamos: ‘Estamos en verano, por una vez no pasa nada’, pero la verdad es que no es solo una vez, son muchas más.
Como estamos de vacaciones y hace tan buen tiempo, no nos apetece meternos varias horas en el gimnasio mientras la gente está en la calle disfrutando del buen tiempo. Por ese motivo un día decimos: ‘Por un día que no vaya al gimnasio no pasa nada’, pero al igual que con la dieta, no es solo un día, son muchos más!
Ahora que ya ha acabado el tan esperado verano nos damos cuenta de que hemos acumulado unos kilos de más por descuidar nuestra rutina de dieta y ejercicio. Nos miramos al espejo y no nos gusta lo que vemos, nos hemos descuidado más de lo que debíamos.
Si has decidido perder esos kilos de más que has acumulado y recuperar la forma física que tenías antes del verano, lo tienes muy fácil porque ya lo has hecho antes. Tienes que retomar los buenos hábitos, vuelve a practicar tu deporte favorito y retoma la dieta por donde la dejaste antes del verano.
Por si no sabes muy bien cómo hacer para volver a tu rutina diaria porque te sientes un poco perdido, te mostramos algunos consejos que te harán más fácil la vuelta a la normalidad.
Lo primero que debes hacer es visualizar tu cuerpo tal y como lo quieres ver dentro de unos meses. No te pongas metas muy altas para no desmotivarte si no lo consigues. Las cosas se hacen poco a poco.
Planifica tu dieta y tu rutina de ejercicios diarios. Debes comprometerte contigo mismo y hacer el esfuerzo de cumplir día a día con lo acordado.
Haz 5 comidas al día. Estas son desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Atrás quedaron los días en los que solo hacías las 3 comidas principales.
Asegúrate de comer sano y variado, eliminando todo tipo de comidas grasas, fritos, salsas, fritos, precocinados, comida rápida, refrescos, etc.
Si por motivos de trabajo o estudios tienes que comer fuera de casa, escoge restaurantes en los que puedas pedir tu comida, es decir, lugares en los que te ofrezcan comida saludable que se adapte a tu estilo de vida.
Muy importante beber de 2 a 3 litros de agua al día. Esto te mantendrá hidratado todo el día y te ayudará a perder esos kilos de más.
Planifica tus compras con la dieta delante. Así comprarás lo que realmente necesites y no sucumbirás al marketing de los supermercados. Haz la lista de la compra en casa y no te salgas de ella, compra solo lo que haya en ella.
Pésate tan solo una vez a la semana, el mismo día a la misma hora. Preferentemente en ayunas. Así evitarás obsesionarte con el peso y caer en la desmotivación y en las prisas.
Un truco que funciona muy bien para controlar la cantidad de comida que comemos es utilizar platos más pequeños. Estarás comiendo menos cantidad de comida y ayudarás a tu cuerpo a perder los kilos de más.
Haz ejercicio todos los días. Si esto es lo que más te cuesta, empieza haciendo un poco cada día. Poco a poco te irás cogiendo a la rutina diaria y cuando te des cuenta estarás entrenando como antes del verano. Recuerda alternar el entrenamiento de pesas con ejercicio aeróbico para ayudar al organismo a quemar la grasa acumulada.
Escrito por: Rubén Del Toro