Ir al contenido
Consejos sobre suplementos

¿Cuál es la mejor rutina preentreno posible?

El auge de la información y los suplementos ha derivado en una concienciación y preparación mayor para afrontar todas las fases del entrenamiento. Ya no se trata solo de lo que se hace durante la práctica deportiva, sino también en darle importancia al antes y el después.

El momento post estaba cada vez más explorado por la necesidad de recuperarse e ingerir lo más adecuado a propósito de recargar las baterías y ayudar al tejido muscular a repararse con mayor vigor. De ahí que suplementos como el Iso Whey Zero, un aislado de proteína de suero de calidad, hayan irrumpido con tanta fuerza.

Sin embargo, conviene detenerse también en el pre, en lo que sucede antes de acometer el ejercicio, y eso implica hablar de suplementación, rutinas y planificación.

¿Qué es un preentreno?

Se trata de un concepto que proviene del inglés pre-workout y que básicamente hace referencia a la ingesta que precede a la práctica deportiva con el objetivo de aumentar el rendimiento y afrontar un desempeño energético exigente. Esta ingesta suele relacionarse con qué suplementos se pueden tomar antes del entrenamiento.

Normalmente, los productos elegidos suelen estar enfocados a conseguir algunas prestaciones:

  • Mejorar la resistencia
  • Mejorar el enfoque en la actividad
  • Aportar mayor energía
  • Aumentar la síntesis de proteína
  • Acelerar la recuperación tras el entreno
  • Aportar más oxígeno al torrente sanguíneo. Por lo tanto, habrá una disminución de la fatiga

Estos son algunos beneficios que se pueden lograr con la ingesta de fórmulas preentreno.

¿Qué suplementos funcionan como preentreno?

La cafeína estimula el sistema nervioso central, reduce la sensación de abatimiento, aumenta el metabolismo -y por lo tanto, la quema de grasas- e incrementa el enfoque en la actividad. Es uno de los tres compuestos más recurrentes a la hora de elegir un preentreno que pueda potenciar la posterior actividad.

El otro sería el Citrulline Malate en polvo, cuyo componente base es la citrulina, que mejora el flujo sanguíneo y esto repercute en un transporte más constante de energía a las células. Retrasa la aparición de la fatiga durante la práctica deportiva.

Hay fórmulas preentreno con cafeína para necesidades extremas como el Black Blood CAF en polvo. Lo mismo, pero con creatina, lo encontrarás en el Black Blood NOX. De esta forma, se pueden realizar entrenamientos más intensos, traducidos en mayores ganancias musculares.

Por último, aunque la oferta es amplia y variada en BioTechUSA, encontramos el Beta Alanine en polvo, que contiene beta-alanina, cuya capacidad antioxidante también fomenta un retraso en la aparición de la fatiga. Además, sumamos otro muy interesante como L-Arginine en polvo, un producto cuya principal función es la de contribuir a la síntesis de óxido de nitrógeno.

Además, están los BCAAs o aminoácidos de cadena ramificada que proporcionan una inyección energética rápida que favorece el crecimiento muscular; una bebida en polvo que también se puede tomar durante la práctica deportiva para ir recargando sales y disminuyendo el proceso de fatiga.

¿Cuál es el mejor preentreno?

El que mejor se adapte a tus necesidades. Es algo sencillo y complejo a la vez. De entrada, si estás leyendo este post, es fácil deducir que te interesa llevar un estilo de vida saludable.

Para eso, es importante, y siempre lo decimos, llevar una alimentación equilibrada, cuidar el descanso y ponerte en manos de profesionales para determinados retos o necesidades.

De cara a la práctica deportiva, es interesante plantearse objetivos realistas y progresivos. No querer saltar etapas y fijarse metas demasiado grandilocuentes que nos alejen de la motivación necesaria para encararlas.

Lo más importante va a ser el día a día, qué hacemos, cómo recuperamos y qué tomamos si lo necesitamos. Hay algunos que pueden funcionar con un café y un porridge de avena con algo de fruta, y otros que necesitan ir un paso más allá. Escucha a tu cuerpo, consulta con profesionales, cuida tus hábitos y afronta con constancia lo que te propongas.

También es importante que tengas en cuenta intolerancias, pautas de medicación y problemas físicos a la hora de valorar la ingesta de suplementos.