Planificación de un objetivo
Conseguir resultados de cualquier tipo, no suelen ser hechos que ocurran por casualidad, requieren de un plan y de un esfuerzo extra por nuestra parte.
En 3 sencillos pasos podemos hacer que nuestra vida empiece a cambiar:
1. La meta
El primer paso para lograr algo, sea lo que sea, es marcarse un objetivo, una meta, algo que te haga ilusión y que sea real. Sin ese primer paso tu empeño y persistencia te durará cuatro días y volverás a las andadas. Así que lo primero y más importante es definas claramente tu meta.
Tu meta no tiene por qué ser algo increíble a ojos de los demás, tal vez te gustaría perder peso, o apuntarte a hacer deporte, o correr 10 kilómetros, o subir una montaña… no tiene importancia para nadie, solo debe tenerla para ti. El único requisito indispensable es que sea algo que te despierte ilusión y motivación diaria.
Si tu objetivo es a muy largo plazo, sería muy bueno que existieran pequeñas metas antes de llegar a la meta cumbre, de ese modo mantendrás la motivación mucho más alta.
2. El acompañamiento
El segundo paso para lograr algo, es muy sencillo: “No lo hagas solo!”
Está demostrado que por ejemplo, un entrenamiento llevado a cabo solo, no es ni por asomo lo mismo que hecho con un compañero. Sea como sea, un compañero tira de ti cuando lo necesitas, al igual que tu de él cuando es necesario. Búscate a un amigo, juntos tenéis más probabilidades de éxito.
Tener a alguien en quien confiar en todos los casos es algo bueno. Está claro que ponerse a dieta es algo mayormente que se hace de forma individual. Pero por ello, si decides ponerte a dieta, sería bueno que te pusieras en manos de un profesional. Te medirán, te pesarán y llevaran tu control mensualmente. Saber que vas a tener un control periódicamente, te mantendrá mucho más motivado.
3. Actitud
El tercer paso para lograrlo es creer realmente en lo que deseas. Si no crees en tu deseo y no tienes las suficientes ganas reales para querer cumplirlo, no lo lograrás. Creer en algo, por pequeño que sea, te mantendrá enfocado diariamente y te permitirá dar cada paso de forma firme. Por absurdo que parezca, sin este tercer punto, es casi imposible lograr ningún objetivo. La ilusión, el deseo y el éxito son la fuente más importante de nuestra propia motivación. ¡Todo éxito tiene un camino, pero también requiere de un plan!
¿Planeamos juntos el camino hacia tu éxito?