El poder de la mente
La mente, tal vez una de las “máquinas” más poderosas del mundo. Podríamos tener un cuerpo aparentemente fuerte, pero si nuestra mente no nos acompaña, ese cuerpo fuerte puede llegar a ser el más débil del mundo.
Hay estudios que demuestran los beneficios mentales de hacer deporte. Incluso podríamos llegar a decir que cuando llevamos unos meses haciendo deporte, se convierte en una necesidad diaria. Hacer deporte nos libera endorfinas, y eso nos hace sentir fantásticamente después de terminar cada sesión de entrenamiento.
A menudo nos preocupamos de buscar tiempo para poder entrenar, nos preocupamos de ser exigentes en nuestras sesiones para intentar mejorar; correr más rápido, hacer más metros, mover más peso, hacer mejores jugadas, etc… ¿Correcto?
Pero olvidamos nuestra mente; son muy pocas las personas que trabajan por igual su mente y su cuerpo.
¿Por qué digo esto?
Muy sencillo, ante una lesión, la cual nos impide hacer deporte, la mente no suele estar preparada para afrontar positivamente el hecho de no poder hacerlo. Esto nos conlleva a un estado de stress y mal humor.
Los mejores deportistas del mundo seguramente se caracterizan por su constancia, persistencia, tenacidad y por su capacidad de concentración.
¿Qué es la concentración?
La concentración consiste en prestar atención a los aspectos adecuados en el momento preciso. Una fuerte habilidad mental junto con una habilidad física, es esencial para alcanzar un alto rendimiento.
¿Cuántas veces ha sido la mente la que nos ha frenado para llegar a mejorar? Creando unas sólidas bases de concentración puedes enfocar tu atención y pensar sólo en el rendimiento, haciendo oídos sordos a las distracciones.
El trabajo mental no es algo que se pueda lograr de un día por otro, de hecho, sigue los mismos pasos que el entrenamiento físico, empieza desde un punto bajo hasta intentar llegar a los picos de rendimiento importantes del año. Ya sea una competición o sea cualquier otro objetivo personal, el trabajo mental debe ir a acorde con esa progresión física, también.
¿Cómo podemos trabajar la concentración?
Existen muchas formas para entrenar nuestra mente; habilidades mentales específicas que nos pueden ser útiles para trabajar la concentración.
Estas habilidades, principalmente, nos ayudan a controlar los pensamientos y así centrar la atención en los aspectos específicos que deseemos.
Desarrollar la capacidad de centrar la atención en una tarea específica, se puede trabajar con algunos ejercicios sencillos realizados diariamente.
5 Ejercicios para trabajar la concentración:
1. Organiza tu día: Antes de nada, aprende a ordenar tu día, tu entorno, tus tareas, tu casa. Apuntar en un papel cuales son las tareas que realizarás, cómo las harás y en qué orden puede serte útil. De esta manera podrás utilizar tu concentración de una forma estructurada.
2. Meditar: Esclarecer tu mente, aprender a vaciarla.
Uno de los ejercicios que personalmente más me gustan justo al empezar el día. Casi literalmente es intentar dejar tu mente en blanco durante el tiempo que puedas. Empezamos por 1 minuto, por ejemplo. Busca un sitio tranquilo, siéntate, respira hondo e intenta relajar y vaciar tu mente.
3. Céntrate en una sola cosa a la vez: Cada vez que hagas algo, céntrate en eso. Por ejemplo, cuando te duches céntrate en sentir el agua por tu cuerpo, cuando comas céntrate en masticar. Cuando cojas la barra en el gimnasio concéntrate en el movimiento. Intenta diariamente hacerlo.
4. Técnica del Mindfulness (conciencia plena): El ejercicio consiste en centrarte en tu respiración durante un par de minutos, y su objetivo es que te ayude a restaurar tus pensamientos, te relajes y obtengas esa claridad mental que puedes haber ido perdiendo durante el día.
Mantente de pie, deja los ojos abiertos, respirar con el vientre (no con el pecho), centra toda tu atención en el sonido y ritmo de tu respiración y expulsa el aire con la nariz. Cuando otros pensamientos te vengan en tu cabeza, intenta seguir centrándote en la respiración.
5. Establece objetivos: Por muy difícil que a veces te resulte, es importante que te establezcas algún o algunos objetivos. Que tu mente trabaje ante un objetivo hará que te sientas mucho más motivado.
Cuando por alguna razón nuestros objetivos deportivos se rompen, es importante reducir la ansiedad y el estrés.
Estas cinco sencillas técnicas os ayudaran a trabajar vuestra mente y a aprender a mantener la calma en los momentos más críticos.
Como deportista de élite, que lleva el deporte en la sangre, tal vez este sea uno de los artículos más complejos. Ya que puedo entender perfectamente la sensación de vacío que puede llegar a provocar que una lesión u otro factor te deje “fuera de combate” de golpe. Por ese motivo, con más fuerza quiero transmitir la importancia de tener una mente fuerte y unos objetivos claros.