La gratitud mental de hacer deporte
Quien más quien menos, en algún momento de su vida ha hecho algo de deporte. AL empezar a hacer deporte, sea con la intensidad que sea y sobre todo si sentimos que estamos en baja forma, lo primero que nos viene en mente es: “estoy en baja forma”, “esto va a ser muy duro”, “estoy mayor para esto…”, un sinfín de frases destructivas que en ese momento solo te invitan a abandonar el objetivo de estar en forma. Pero al terminar la sesión de entrenamiento y al salir de la ducha, hay algo que te hace sentir bien contigo mismo y te hace tener ganas de volver al día siguiente.
¿Qué provoca estas misteriosas ganas de volver?
Ante una sensación de fracaso, se antepone una sensación de superación. Se liberan endorfinas y todo eso mezclado, provoca esas ganas de volver. Añadimos un estímulo nuevo a nuestra vida, un estímulo que nos hace romper nuestra aburrida rutina diaria de “casa trabajo, trabajo casa”.
Con los años parece que el hecho de crecer, tener un trabajo, tener hijos, una familia… sean los motivos más evidentes para dejar de tener tiempo para nosotros mismos. De golpe y sin darnos cuenta, han pasado varios años desde la última vez que pisaste el gimnasio, y tu vida se ha convertido en una vida rutinaria sin ningún tipo de motivación personal.
¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo, “Mañana empiezo”?
El ser humano es perezoso/cómodo por naturaleza. Cuando tú mismo te dices, “Mañana empiezo” , yo te preguntaría : ¿Y porque mañana y no hoy? Siempre es un buen día para empezar a moverte y para empezar a luchar contra esa pereza! Si hoy tienes pereza para empezar, mañana también la tendrás. Empieza a romper esa barrera desde hoy mismo!
Después de muchos años sin hacer deporte, es obvio que nos cueste volver a empezar. Después de tanto tiempo, nuestra mente ha olvidado por completo la sensación de bienestar que te provoca hacer deporte. Nos toca volver a empezar!
¿Qué beneficios nos aporta hacer deporte?
Ahí van algunos de ellos:
1. Realmente hacer deporte va mucho más allá que el hecho de perder peso. Aunque este suele ser uno de los principales motivos para empezar.
2. Cuando hacemos deporte liberamos endorfinas. Estas nos aportan una sensación de euforia y bienestar.
3. Haciendo deporte nos liberamos del stress de nuestra rutina diaria.
4. Vemos las cosas con más optimismo. Cada sesión de entrenamiento terminada será como una victoria contra la pereza de movernos. Por tanto, nuestra mente estará mucho más positiva y receptiva.
Como decía unas líneas atrás, cuando llevas mucho tiempo sin hacer deporte, te olvidas de la sensación que te provoca.
Es ahí cuando tienes que ser fuerte y dar ese primer paso para volver a empezar. Verás que la gratitud mental de tener la voluntad de esforzarte para hacer deporte cuando te da pereza, es increíblemente espectacular.
Siempre es un buen día para empezar!
Escrito por : Eva Cortiella // Cofounder Crossfit La Nau // Competidora internacional de Crossfit.