Verano y dieta
Cada semana que pasa más nos damos cuenta de que ya llegó el VERANO. Las playas comienzan a abarrotarse de personas, los chiringuitos están llenos a todas horas, la Eurocopa se ha celebrado y ahora pasamos por los días más caluroso del año (y lo que nos queda). Probablemente si no has gozado de vacaciones aun, estarán al llegar y puede que te preocupe algo más a parte de a dónde ir a disfrutarlas.
¿Preocuparse?¿En verano? Puede resultar algo ilógico pero para las muchas personas que dedican todo el año a llevar un estilo de vida “Fitness”, puede suponer el tener que pensar de más en cómo afrontar unas vacaciones. Por un lado está el tema de seguir una dieta que se adecue al objetivo que buscamos y por otro el tema de seguir con los entrenamientos en un lugar fuera de casa. No parece un problema, pero creedme que para muchos lo es.
En este artículo afrontaremos el tema de la dieta para ayudar a que ni tiremos el trabajo por la borda, ni nos agobiemos por llevar un tipo de alimentación diferente.
A la hora de elegir tu lugar de vacaciones no dudes en hacer lo que realmente quieres hacer, olvídate de pensar en tu vida fitness. Tenemos muchos meses y días para pensar y hacer las cosas debidamente y con una planificación bien estructurada. Las vacaciones deben ser un momento para recuperarnos física y mentalmente, y sobre todo gozar de un tiempo libre que durante el año no solemos tener, disfrútalas o al menos inténtalo!
Si ya sabes dónde ir, ahora es donde si te voy a recomendar que si te gustaría poder hacer tus comidas lo mejor posible no dudes es buscar un apartamento o estudio para pasar tu estancia, tendrás tu cocina y podrás hacerte las comidas como desees. No tendrás que pensar donde ir a comer o que platos seleccionar del buffet del hotel(esto puede ser un problema para los insaciables). De esta manera podrás seguir tu plan alimenticio sin ningún tipo de problema, y al menos el pequeño problema de la dieta estará solucionado.
Realmente quieres ir de vacaciones, pues olvídate la báscula en casa. Ni la de baño ni la de cocina, relájate. Para prepararte tus comidas olvídate un poco del peso de los alimentos y guíate por las sensaciones de tu cuerpo, se trata de desconectar. Si ya de por sí vas a llevar tu alimentación controlada, no la lleves a tal extremo. Nuestro cuerpo responderá bien y no creas que por comer quizás poco más vas a ganar mucho peso o perder la línea, probablemente si te cuidas no llegarás con el físico muy cambiado, es más apenas se modificará tu composición corporal por esos ligeros cambios alimenticios. Además de que puede que en algunas comidas realmente bajes la ingesta.
Remarcando el tema de desconectar de la dieta estricta, vuelvo a incidir que las vacaciones no son para llevarlas con estrés por mucho que se diga que disfrutamos comiendo como lo hacemos. Esta calor que tampoco es para tirar el trabajo del año, pero sin duda es muy positivo el romper esa dinámica del exceso de control alimenticio. No somos máquinas y no tenemos que comportarnos como tal, además sabéis que el estrés aumenta el cortisol provocando más daños que aspectos positivos; incido en este punto porque es inevitable tener algo más de estrés al tener que estar constantemente pesando y preparando el mayor número de comidas para poder seguir la dieta. Cierto que cada uno disfruta a su manera pero por experiencia personal, y de bastantes clientes, el llevar las dietas muy calculadas, cansa. Y para evitar saturarse en momentos realmente importantes ya sea de una temporada de competición o donde si queremos llevar nuestro rendimiento a otro nivel, es por ello que hay que relajarse cuando podemos.
Si tienes que salir a comer fuera, hazlo y disfruta, no es una penitencia. Libera tu mente, disfruta de otros sabores y alimentos que normalmente no pruebas o no los comes así, no te pasará absolutamente nada por hacer varias comidas a la semana fuera de tus macros, ni tampoco te pasará nada por cambiar el tipo de macros o que sean ligeramente más o menos calóricos. Una buena paella en la playa, puede ser un plato perfecto aportando carbos, protes y un nivel bajo de grasas; puedes tomarla después de un entreno como comida para reponer y te vendrá ideal. Un helado en la tarde puede ser una colación (merienda) aceptable, –que sí, que lleva lactosa, y algo de azúcar pero no te vuelvas loco. Esos platos de pescado a la brasa con verduras de temporada, o ensaladas de multitud de verduras, frutas y/o semillas, son unos platos saludables y que te aportarán una gran cantidad de nutrientes a tu organismo.
No pretendo decirte que abandones la dieta, no pretendo decirte que comas de todo, simplemente que disfrutes de tus vacaciones con moderación, tanto para el lado de cuidarse como para el de disfrutar. Es una época muy bonita para disfrutar de nuestras parejas, amigos y familiares, aprovechemosla!!
Hay vida más allá del fitness…
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Miguel Ángel Angulo
Bicampeón de España – Men’s Physique