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Mid section of young people stretching their legs at the park. Man in sports clothing and smartwatch doing warm ups before the run.
Planes de entrenamiento

Los mejores ejercicios de calentamiento general

Reconozcámoslo, el calentamiento suele dar pereza. Muchas veces tenemos un tiempo limitado para la práctica deportiva o nos inunda la sensación de querer empezar ya porque nos apetece darle caña a la sesión de running o musculación.

En ambos escenarios, tendemos a considerar el calentamiento como algo prescindible.

Lo que sabemos interiormente, aunque a veces no lo queramos reconocer o lo menospreciemos, es que el calentamiento es una parte muy importante en nuestro proceso físico por varias razones.

Además, no requiere demasiada inversión en cuanto a tiempo; es más una cuestión de concienciarse y tomarlo como algo necesario que nos conducirá a un mejor rendimiento. También es importante buscar calentamientos que nos gusten para que no se convierta en algo más pesado de lo que puede ser.

Objetivos del calentamiento

Son muchos y variados los beneficios de activar un calentamiento antes de iniciar nuestra actividad física:

  • Aumento de la temperatura corporal, ideal para preparar de la mejor manera a nuestro cuerpo.
  • Progresión cardiovascular que hará que haya un control de nuestra respiración.
  •  Prevención de lesiones. Así no se empezará de manera brusca y, por lo tanto, se reducirá ostensiblemente la posibilidad de un mal gesto o una carga excesiva como consecuencia de pasar de 0 a 100.
  • Estimulación de la coordinación ojo-mano.
  •  Adaptación al ejercicio central de manera gradual.
  • Aumento de rendimiento posterior. Un buen calentamiento no resta potencial ni energía; adecúa para sacar el mayor partido a nuestra actividad.
  • Ampliación del rango de movimiento de las articulaciones.
  • Activar la mente para que esté dispuesta y más receptiva al estímulo.

Tipos de calentamientos

Los más habituales podemos agruparlos en cuatro grupos:

  • El calentamiento general. El estándar y siempre necesario: correr un poco, hacer elíptica o montarse en una bicicleta estática. Ejercicio moderado, no perder la respiración nasal en ningún momento, dedicarle unos diez minutos, hacerlo progresivo y no incurrir en nada que suponga explosividad.
  • El calentamiento específico, basado en trabajar aquellos músculos y articulaciones que vamos a utilizar durante la actividad deportiva. Sin abusar de repeticiones que puedan sobrecargar el músculo.
  • El calentamiento preventivo. Ejercicios muy suaves destinados a reforzar, activar o calentar determinadas articulaciones o músculos que se encuentran debilitados o que presentan molestias. Suelen ser acompañados de masajes u otras aplicaciones externas como geles o vendajes.
  • El calentamiento dinámico. Muy transversal. Va desde el control de la respiración a la activación psicomotora pasando por trabajo gradual de flexibilidad o coordinación.
Ejemplos de calentamiento

Ejemplos de calentamiento

Ya hemos detallado los más básicos del calentamiento general. En cuanto al dinámico, es interesante encadenar secuencias de distintos ejercicios. Es decir, agrupar tres o cuatro ejercicios y empalmarlos para establecer tres o cuatro series.

Empezamos en posición vertical, abriendo los brazos como si estuviéramos aparcando aviones y, al mismo tiempo, abrimos las piernas de forma coordinada. Lo hacemos unas diez veces y lo encadenamos con el siguiente ejercicio a modo de bucle.

El segundo puede ser subir las rodillas alternativamente sin dejar de trotar. El tercero puede ser dar puñetazos al aire a modo boxeador. Y el cuarto, que nuestros talones toquen los glúteos. Y así, vuelta a empezar sin parar.

En cuanto a preventivos, hay ejercicios de propiocepción, orientados, por ejemplo, a reforzar la estabilidad de nuestro tobillo para reforzarlo o intentar que no se nos vuelva a torcer. Para ello, nos ayudaremos de un BOSU, que es una bola blanda de color azul.

Metemos una pierna en el BOSU y luego, con la otra, la flexionamos y tratamos de mantener el equilibrio. Si no contamos con algo así, podemos utilizar toallas. Lo importante es que haya algo inestable para que la otra pierna trabaje y nos obligue a mantenernos en equilibrio.

Por último, el específico, destinado a activar los grupos musculares y las articulaciones que necesitaremos, podemos hacerlo también bastante activo.

Brazos arriba y abajo, brazos cruzados, rotación de hombros, rotación de cadera, rotación suave de cuello, movimientos dentro-fuera y fuera-dentro de tobillo y luego bajamos a la esterilla. A cuatro patas, sacamos el culo hacia fuera y luego lo hundimos. Después, desde esa misma posición, elevamos los hombros al cielo y luego bajamos.

Siempre hay que procurar que la espalda esté recta y no sufra. Si contamos con algunas gomas elásticas que podamos fijar a algún sitio de mucho peso, podemos hacer algunas repeticiones -pocas- de bíceps o tríceps como si levantáramos mancuernas. Más por marcar el gesto técnico y ganar movilidad que otra cosa.

También se puede confeccionar un calentamiento a la carta cogiendo varios de estos elementos a propósito de seleccionar los que mejor encajen para tu posterior actividad.