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Preparándote para la competición: De la A a la Z. Parte 1

Una competición es un gran evento en la vida de un atleta . Primero de todo, está el hecho de ser comparado con otros representantes de la misma disciplina sobre el escenario – a menudo muy ligero de ropa – lo que no es poca cosa. También significa exponerse, mostrarse, la exhibición, atraer la atención y demostrar que eres el mejor – y todo el mundo ya ve esos hechos como un reto. Es un test definitivo que requiere no solo mucho trabajo y sacrificio, si no también mucho trabajo en uno mismo y tomar algunas decisiones consecuentes para cambiar el curso normal de la vida durante bastante tiempo – decisiones que influenciarán al mundo a tu alrededor, tu trabajo, tus relaciones, tu comportamiento y tantos otros factores.

La pregunta legítima sería ‘ ¿por qué nos lanzamos a una competición?” La cuestión más simple que viene a la cabeza es ‘demostrar que eres el mejor’. Así que podríamos decir que sí … y no. Sobre todo, queremos probarnos a nosotros mismos que valemos algo. Que estamos en el buen camino. Que finalmente hemos conseguido progresar y hacerlo bien, que nos ha ido excepcionalmente bien ya que estamos preparados para competir con otros frente al público y los ojos de los jueces. Pero también queremos encontrar una nueva fuente de motivación, para motivarnos a continuar, incluso con más fuerza, entusiasmo, perseverancia; queremos tener más deseo y más determinación para el futuro, para superar otros pasos, subir escalones, conquistar el mundo en nuestro camino.

El camino es largo antes de estar preparado para esta etapa final de progresión y logro en la disciplina. Y también debes saber que la mayoría de personas no alcanzarán esa etapa – por el miedo a lo desconocido, la falta de interés, pereza… la lista de causas y excusas puede ser larga. Así que, ¿cuáles son las etapas por las que necesitas pasar antes de empezar a pensar en la competición?

Desde el principio hasta la decisión

Ante todo, todo el mundo empieza a entrenar algún día, sin saber realmente cómo, sin tener técnica, métodos o conocimientos, a menudo incluso fuera del gimnasio con algunos aparatos creados de su imaginación – pero conducidos por varias motivaciones: falta de autoconfianza, voluntad de cambiar su físico, harto de que te peguen en el colegio, deseo de ganar fuerza para impresionar a sus compañeros y ser respetado, parecerse a su estrella de cine favorita, ser más fuerte y poderoso en su vida diaria, por la mirada de los otros, como pasatiempos constructivo… Las causas que explican empezar en una disciplina deportiva son numerosos y habitualmente esconden una gran desgracia y la voluntad de cambiar las cosas de acuerdo a esta, especialmente si empieza durante la niñez o adolescencia.

Durante el tiempo que dura el aprendizaje –fisiología, biomecánica, anatomía, nutrición, suplementación, ejercicios, técnica. Libros científicos, revistas, periódicos, páginas web, blogs, videos, fotos, discusiones, observaciones… es bueno aprender de todo y mejorarte a ti mismo. Siempre debemos cuestionarnos a nosotros mismos, vernos siempre desde un punto de vista crítico, cambiando siempre las cosas regularmente en todas las áreas con tal de progresar, siempre sin estancarse, nunca rendirse, nunca desanimarse.

El deporte es una cosa maravillosa, porque no solo nos permite superarnos, sino que también nos permite cambiar nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestro estado mental, nuestra mente, nuestra disciplina y conocimiento, nuestra seguridad… Pero también nos sirve como núcleo central y duro, una guía en la vida que, durante periodos complicados y oscuros, nos permite solucionarlos siempre y sin demasiados daños, sin dejar ir cosas o dejar caer todo, sin hacerse daño al caer en exceso de comida, bebida, drogas…Cuando eres una de las personas que consideran que el deporte se ha convertido, a lo largo de los años, en parte integral de tu vida, entonces el deporte y su estilo de vida correspondiente no se ven como restricciones.

Entrenamiento, comida específica, dietas, ganar peso, horarios, fatiga, obligaciones… toda tu vida estructurada alrededor de tu actividad ya no se percibe como una fijación o extraña a fuerza de seguirla. Incluso más, esta vida – más rica, más activa y exigente que la vida de las personas sedentarias – es al final una necesidad, que se convierte en una vida normal para un atleta… y es solo un poco diferente de la vida de todo el mundo a tu alrededor.

Este proceso de evolución normal – si se mantiene y si es continuado y llevado a cabo con placer y compromiso real – va de día en día para alcanzar otro nivel. Cuando uno alcanza un nivel destacable, suficiente para que sea notable, o decide que está preparado para ser comparado con otros frente a la multitud – que conduce a la voluntad de competir, para ver como uno se mide con otros practicantes e incluso algunos de los mejores atletas del sector.

Debemos decir que al ser un simple espectador, nunca piensas que algún día te encontrarás en algún evento deportivo personas que te han hecho soñar. Así que, conocerlos cuando estás al otro lado de la barrera, siendo parte del evento, es algo raro e incluso más fuerte: puedes hablar con ellos como iguales, a veces incluso forman parte del jurado. Y a veces – la sorpresa extrema – están contigo sobre el escenario. Y, en ese momento, puedes medirte con las leyendas que nos llevan a empezar en este deporte … no es cualquier cosa, es algo realmente muy fuerte y significativo, como pasar la antorcha de una generación a otra.

Sabemos por qué queremos participar en una competición. Pero ese clic, el momento en que uno pasa de la reflexión a la acción, ese ‘ya está, ahora voy a hacerlo’ puede estar motivado por muchas cosas diferentes: una competición que se acerca y la visión de amigos y colegas en el gimnasio preparándose para ello. Un reto con uno mismo o con otros, un viaje u oportunidad de descubrimiento que lo acompaña, o alguien más mayor que te dice ‘oh amigo, tienes un gran nivel y condición física, ¿quieres llamar la atención y prepararte para competir? ‘… no importa cual sea la razón, este momento crucial – tan largo y duro de alcanzar, y tan rápido y súbito – es simplemente muy consistente y serio. Serio porque toda la estrategia y esa enorme cantidad de trabajo que necesita organizarse para transformar el sueño en realidad, el discurso en acción, la imagen del sueño a la imagen real sobre el escenario. Otra vez, todo está en el conocimiento, práctica, sentido común, planificación, rigor, y mucho trabajo-dolor-sufrimiento-privaciones para seguir el camino trazado, para estar preparado y estar en la cima de la montaña en el día esperado.

Hablaremos en los próximos artículos – y paso a paso – el plan completo para crear e implementar por tal de conseguir el reto el día en cuestión. Describiremos todas las trampas a evitar y todas las cosas concretas que tienes que hacer. Entonces dependerá de ti ver y decidir: ¿dar el siguiente paso o no? Solo tienes que saber que nada es más desafiante para avanzar hacia las alturas que pasar por este tipo de reto.

Tchoumatchenko Denis
www.deniss.org