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Planes de entrenamiento

Pronador o supinador: claves del desgaste de tus zapatillas

Seguro que has oído hablar de la clasificación para determinar si somos supinadores o pronadores y, en función de eso, qué zapatilla se adapta mejor a nuestras necesidades. Los expertos coinciden en apuntar que esta disyuntiva ha respondido más a argumentos comerciales que prácticos o fisiológicos.

Además, el cuerpo humano y su funcionamiento es tan complejo que la dicotomía planteada puede no ajustarse a esa complejidad.

De unos años a esta parte, pronador o supinador han sido conceptos que han ido apareciendo en nuestra vida con cada vez más gancho e impacto, coincidentes en el tiempo con el auge que ha experimentado todo lo que tiene que ver con el salir a correr, hacer carreras, medias maratones, maratones o triatlones.

En definitiva, todo tipo de pruebas que midan nuestra competitividad y capacidad de superación.

Algo más que salir a correr

El boom que han experimentado este tipo de pruebas atléticas ha sido muy grande y también la necesidad de ahondar sobre los aspectos que involucran a la acción de correr. Desde los más físicos a los nutricionales pasando por, evidentemente, los estéticos. Ya no se trata solo de salir a correr, cuidar el cuerpo y oxigenar el cerebro, sino de hacerlo con una indumentaria acorde.

También tiene su sentido: tenemos tantas cosas que hacer en nuestro día a día, muchas de ellas poco placenteras pero necesarias, que encontrar el placer en pequeñas cosas es esencial, y más si las zapatillas deportivas y las prendas de ropa pueden generar tanto atractivo. De hecho, pueden incluso estimular la propia práctica deportiva. Las ganas de estrenar determinada ropa o calzado pueden ser un motor de acción y movimiento.

En BioTechUSA somos conscientes de ello y por eso disponemos de una gama interesante de prendas para mujeres y hombres, enfocadas a garantizar una buena práctica deportiva y encima que generen un atractivo para uno mismo.

Cómo saber si soy pronador o supinador: principal diferencia

Esta es la clasificación del tipo de pisada. Determinarla es especialmente en los deportistas porque son los que van a acometer un gesto de forma mucho más repetida que un practicante ocasional, aunque siempre es interesante averiguarlo:

  • Pisada supinadora: cuando los pies tienden a desplazar la carga hacia el exterior poniendo más en jaque la flexibilidad del tobillo.
  • Pisada neutra.
  • Pisada pronadora: cuando los pies tienden a desplazar la carga hacia el interior y, por lo tanto, situarse en una posición más plana.

Supinar o pronar de forma excesiva

En el mero gesto de caminar, la pisada ya abarca distintas fases en las que se supina y se prona necesariamente de una forma muy natural y en unos grados concretos que se establecen dentro de un rango de normalidad.

Desde el contacto del talón en el suelo antes del inicio de la pisada hasta las acciones progresivas, hay una serie de acciones que terminan teniendo afectaciones concretas sobre músculos y articulaciones clave como rodillas, cadera o pelvis.

Por lo tanto, pronar y supinar son acciones naturales y necesarias. Desgastar el calzado con el paso del tiempo, también. El problema seguramente aparece cuando se acentúa el grado de pronar y supinar, y excede los grados marcados como normales o recomendables.

Conviene tener en cuenta qué problemas de índole articular o muscular son los principales causantes de las alteraciones en el curso de las pisadas.

Un estudio de la pisada

Un estudio de la pisada

Cuando la pisada no es la correcta, se está generando un aumento de la tensión en zonas que no han de recibir tanta carga y ahí empiezan a surgir problemas como, por ejemplo, la fascitis plantar u otras patologías relacionadas con articulaciones o grupos de músculos concretos.

A propósito de despejar dudas sobre nuestra pisada y la carga que están recibiendo otras partes de nuestro cuerpo, sería interesante, si es que hay molestias o una especial preocupación sobre la pronación o supinación, ponerse en manos de especialistas para que nos realice un exhaustivo estudio biomecánico.

Caminar bien no solo es importante para la práctica deportiva, sino también para nuestro bienestar. Que el peso de nuestro cuerpo descanse de forma correcta sobre nuestras extremidades va a redundar en menos dolores y una mejor recuperación tras la práctica deportiva.