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Estilo de vida

Diabetes tipo 1 y 2: ¿Cuáles son las principales diferencias?

Según cifras de la Sociedad Española de Diabetes, aproximadamente 6 millones de personas padecen esta enfermedad crónica, lo que representa alrededor del 14% de la población adulta. Sin embargo, se estima que aproximadamente el 43% de las personas con diabetes todavía no están diagnosticadas. La mayoría de los casos corresponden a diabetes tipo 2 y tan solo un 10% aproximadamente representa el tipo 1. La prevalencia de la diabetes ha ido en aumento en las últimas décadas, en parte debido al envejecimiento de la población y el aumento de factores de riesgo. En este artículo ahondaremos en la diabetes tipo 1 y 2 y sus diferencias.

¿Cuál es la diferencia entre la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2?

Se trata de condiciones crónicas que afectan a la regulación del azúcar en sangre, pero se desarrollan por causas diferentes y afectan a las personas de manera distinta.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune, basada en que el sistema inmunológico ataca por error las células beta del páncreas, que son las responsables de producir insulina. Esto hace que el cuerpo produzca muy poca o ninguna insulina, la hormona clave para regular el azúcar en sangre. Este tipo de diabetes se presenta generalmente en la infancia o la juventud, aunque puede aparecer a cualquier edad. Las personas con diabetes tipo 1 requieren insulina administrada de forma externa para sobrevivir.

Por otro lado, la diabetes tipo 2 se desarrolla principalmente por una combinación de factores genéticos y estilo de vida poco saludable, normalmente con presencia de inactividad y sobrepeso. En diabetes tipo 1 y 2, las diferencias estarían principalmente marcadas por su origen.

¿Cuál es la diabetes tipo 2 y su proceso? Cuando hay un aumento en la glucosa en sangre, ya sea por el consumo excesivo de azúcares y carbohidratos refinados o por la acumulación de grasa, el páncreas responde produciendo más insulina. Esta insulina tiene como objetivo facilitar la entrada de glucosa en las células del cuerpo, donde se utiliza como fuente de energía. Sin embargo, si las células (particularmente en el hígado, los músculos y el tejido adiposo) se vuelven resistentes a la insulina, este proceso se vuelve ineficaz.

A medida que el páncreas sigue produciendo insulina en un intento por compensar esta resistencia, los niveles de insulina en sangre aumentan, lo que se conoce como hiperinsulinemia. Inicialmente, esto puede ayudar a mantener los niveles de glucosa relativamente normales, pero, a largo plazo, esta situación genera varios problemas. Con el tiempo, la exposición constante a niveles elevados de insulina puede llevar a que las células se vuelvan aún más resistentes a la hormona. Esto provoca que, a pesar de que haya mucha insulina en circulación, la glucosa no se absorba eficientemente, lo que resulta en hiperglucemia, es decir, altos niveles de azúcar en sangre. Este tipo de diabetes es más común que el primero.

¿Cuáles son los síntomas de la diabetes de tipo 1 y 2?

Los síntomas de la diabetes tipo 1 incluyen aumento de la sed, micción frecuente, fatiga, pérdida de peso inexplicada, y visión borrosa. Este tipo de diabetes ocurre cuando el cuerpo no produce insulina, por lo que las personas necesitan inyecciones diarias de esta hormona para regular su nivel de azúcar en la sangre. Suelen aparecer de manera súbita, con síntomas graves desde el principio, y es más común en niños y jóvenes, aunque puede manifestarse a cualquier edad.

 La diabetes tipo 2 también puede presentar síntomas similares, pero algunas personas pueden no notarlas durante años, otra diferencia entre diabetes tipo 1 y 2. Este tipo de diabetes, generalmente, puede controlarse con cambios en el estilo de vida, medicamentos orales o insulina, dependiendo de la gravedad. ¿Cómo puede detectarse? 

  • Hemoglobina A1c. Indica diabetes si, en dos pruebas separadas, se obtiene un valor de 6.5 % o más. La prueba A1c refleja el promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 2-3 meses.
  • Glucosa en sangre en ayunas. Si en dos ocasiones se mide una glucosa en ayunas (sin haber comido en al menos 8 horas) superior a 126 mg/dL, se considera que la persona tiene diabetes. Un nivel de glucosa en la sangre, en ayunas, entre 100 y 125 mg/dl, se considera prediabetes.

Estas cifras están respaldadas por la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

¿Cuáles son las causas de la diabetes?

Ya hemos comentado que la diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune. Las causas exactas no se conocen completamente, pero los factores genéticos e infecciones virales pueden desencadenarla. En cuanto a la diabetes tipo 2, factores como la obesidad, inactividad física, dieta poco saludable, antecedentes familiares o el envejecimiento pueden tener un peso evidente.

Sobre los cinco tipos más comunes de diabetes encontramos, aparte de la diabetes tipo y tipo 2:

  • Diabetes gestacional: afecta a mujeres durante el embarazo y generalmente desaparece después del parto, pero aumenta el riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2 más adelante.
  • Diabetes LADA (autoinmunitaria latente del adulto): es similar a la diabetes tipo 1, pero aparece más tarde, y se confunde a menudo con la diabetes tipo 2 porque su progresión es más lenta.
  • Diabetes MODY: es un tipo raro de diabetes hereditaria que aparece en jóvenes, con mutaciones genéticas que afectan la producción de insulina.

Estos cinco tipos cubren la mayoría de los casos de diabetes, aunque existen otras formas menos comunes relacionadas con afecciones genéticas o enfermedades del páncreas.

La relación diabetes-deporte

En ambos casos de diabetes tipo 1 y 2, es recomendable trabajar con un profesional de la salud para diseñar un plan de ejercicios que se adapte a las necesidades personales y condiciones específicas de cada persona. En la diabetes tipo 1 es crucial ajustar las dosis de insulina y monitorear los niveles de glucosa antes, durante y después del ejercicio para evitar hipoglucemias (bajos niveles de azúcar). 

En todo caso, la actividad física puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a controlar justamente los niveles de glucosa en sangre. También puede contribuir a la pérdida de peso y a la reducción del riesgo de complicaciones en enfermedades del corazón o hipertensión. 

Si quieres saber más sobre la relación entre suplementación deportiva y diabetes, consulta este enlace. Y también este otro sobre la creatina y su posible ayuda en la mejora de la sensibilidad a la insulina. Por último, recordad que en BioTechUSA hay una amplia gama de suplementos sin azúcar


Referencias:

Existen dos tipos fundamentales de diabetes: la Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) y la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2). (s.f.) Redacción Contour

Diabetes: Diferencias entre tipo 1 y tipo 2 | Cigna. (s.f.). Redacción Cigna Healthcare

Diabetes – Diagnóstico y tratamiento (s.f.) Mayo Clinic

Ad Council. (2023, July 25). Diabetes tipo 1 vs diabetes tipo 2 | PodriaTenerPrediabetes