Entrevista con Marta Pascual: Micromachismos en el deporte y el culturismo femenino
“Dónde he observado más ejemplos de discriminación de la mujer, en el mundo del culturismo, ha sido en las competiciones”, reflexiona la atleta tarraconense Marta Pascual en el marco del Día Internacional de la Mujer para intentar erradicar el machismo en el deporte. Y prosigue: “En los hombres, el juicio es claro y objetivo: gana el que está más fuerte. En las mujeres, en cambio, la valoración es totalmente subjetiva: se tiene más en cuenta el maquillaje, las pestañas, la ropa o, directamente, la belleza de las participantes. Además, en los últimos años han surgido nuevas categorías, como la Bikini Fitness, con chicas muy delgadas, que solo potencian el machismo en el deporte femenino.
Pascual, asesora inmobiliaria en la actualidad y con formación en Nutrición deportiva y Entrenamiento personal por IFBB, habla con conocimiento de causa, puesto que fue cuarta en la Copa Nacional de España, celebrada en Torre Pacheco (Murcia) en 2018, en la categoría Bikini Wellness hasta 163 centímetros. También habla desde el recorrido y la experiencia de dedicarse a este apasionante mundo del fitness desde los 15. Dos años más tarde, ya estaba participando en su primera competición en IFBB, en una época en la que había muy pocas mujeres compitiendo en el mundo del culturismo.
Aun así, Pascual reconoce que “no he vivido, prácticamente nunca, el machismo en el deporte que practico. De hecho, en muchas ocasiones, ha sido justo al contrario, ya que, cuando empecé, era de las pocas mujeres que entrenaba de forma agonística y, por ese motivo, la mayoría de hombres me han respetado mucho”. Y completa su argumento recordando historias de machismo: “Es cierto también que, al principio, solía vestir con prendas de vestir holgadas, prefería pasar desapercibida. En su momento incluso me planteé montar un gimnasio solo para mujeres, un espacio exclusivo para pocas personas donde pudieras entrenar duro sin miradas indiscretas. Luego cambié de opinión, me volví más sociable y abierta. Seguramente haya sido, por un lado, porque con los años he ganado confianza conmigo misma y, por otro, porque voy a un gimnasio donde me conocen y me siento como en casa”.
Reflexiones de una atleta sobre el micromachismo en el fitness
Pascual apela a la importancia de un espacio seguro y saludable en el que no haya miradas incómodas hacia una mujer sobre su capacidad para levantar más o menos peso o tener más músculo que un hombre; concepciones que deberían estar ya desterradas de nuestro imaginario colectivo. “Alguna vez he notado que algún hombre me mira más de la cuenta en el gimnasio, pero simplemente le he respondido con cara seria y listo. Igual que haría en otro lugar”, apostilla, antes de resaltar más ejemplos de micromachismos. “He presenciado algunos casos hacia chicas más jóvenes y amateurs. Y, si me ha parecido ofensivo o que a ella le molestaba, he intervenido haciendo algún comentario. Aunque debo precisar que, últimamente, en la nueva generación, observo que tanto ellas como ellos parecen satisfechos de llamar la atención”.
Sin abandonar el recinto de entrenamiento, Pascual abre otro tema de debate interesante. “Las zonas del gimnasio con mayor presencia masculina suelen causar incomodidad a las mujeres. Considero que es una sensación auto infundada por esa imagen impopular que generan los hombres musculosos, sudados, con la testosterona por las nubes y que gritan o gruñen mientras levantan pesas”. “Este tipo de situaciones”, añade Pascual, “por la educación que nos han dado [a las mujeres], suelen hacernos saltar las alarmas, pero es todo lo contrario, ellos acostumbran a estar más concentrados en el entrenamiento que realizan que en las personas de su alrededor”, razona, alejándose de casos de machismo en el deporte.
Por lo tanto, a lo largo de todo este recorrido vital, esta atleta tarraconense ha vivido la transformación paulatina de las competiciones y también de las salas de gimnasio. “Antes, el culturismo se tomaba más en serio y era un deporte muy exigente de pocos en el que nos ayudábamos mucho entre nosotros y nosotras. Ahora ya no, en las salas de entrenamiento reina la ley del mínimo esfuerzo y el postureo”, expresa con contundencia. Y añade: “A mí me gustaba ayudar a las mujeres dándoles consejos, de hecho funcionaba así, era habitual que se creara una relación de discípulo-maestro entre los más jóvenes y aquellos con más experiencia. Pero ya no me tomo dichas libertades. Hoy en día las chicas, y la gente en general, encaja mal que los corrijas o intentes entablar algún tipo de relación, creen que con Internet ya lo saben todo. Por suerte, hay alguna excepción y todavía encuentro chicas jóvenes con ambición por convertirse en atletas”.
Un día en la vida deportiva de Marta Pascual
Entrando en la parte sustanciosa del entrenamiento, ¿cómo es un día común en la rutina de una atleta como Marta Pascual? “Cuando me toca entreno, procuro descansar bien la noche anterior y comer sobre todo hidratos. No hago cardio ni estiramientos durante las sesiones, voy directamente a las máquinas. Empiezo con poco peso y voy aumentando hasta llegar al máximo (80-85% de mi límite). Cuando competía, hacía sesiones de 3 horas y entrenaba 6-7 días a la semana, una locura lo sé… ahora hago entre hora y media, y 2 horas, 3-4 días a la semana”. Y nos desvela uno de sus trucos para mantener alta la moral y el enfoque durante sus exigentes sesiones. “Miro vídeos de motivación antes de entrenar y me focalizo en la zona del cuerpo que me toca trabajar ese día. Por ejemplo, cuando tocan piernas, intento no caminar mucho para evitar la fatiga muscular”.
Pequeños consejos que pueden llegar a marcar la diferencia, así como la suplementación, una de las partes estructurales para los atletas del mundo del fitness. “Los básicos que no pueden faltar en mi día a día son las vitaminas, Omega 3, Calcio, Magnesio (antes y después de entrenar) y el batido proteico. Además, en épocas de entrenamiento intenso o competición, añado Glutamina, BCAA y Carnitina (para adelgazar). Por las noches, N-acetilcisteína (NAC) y mucho, mucho café en el pre entreno”. Pascual confiesa que se suele gastar unos 300 € al mes en suplementos, además de 200 € en un entrenador personal, a lo que hay que sumar también el coste del gimnasio. “Vamos, ¡una buena inversión! Mi consejo aquí es comparar mucho los precios de los diferentes suplementos y ver si hay ofertas de algún tipo”, exclama.
Como buena deportista, Pascual está familiarizada con la marca BioTechUSA. “La he consumido mucho, sobre todo en épocas de competición. Recomiendo en concreto la Glutamina, los batidos y toda la gama de pre entreno. La línea de ropa no la conocía, sinceramente, pero debo decir que si tiene la misma calidad que los suplementos nutricionales para deportistas, ¡merece la pena probar algún conjunto!”, remata.
Dejar atrás el machismo en el deporte
Y por último, Pascual expresa un mensaje potente, a propósito de alcanzar un escenario ideal: “Cuando yo entrenaba [para competir] no existía la diferencia entre hombres y mujeres, entre nosotros nos considerábamos atletas. Y debería ser así en cualquier deporte. Está claro que hay diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, sería hipócrita negarlo, pero más allá de eso, no deberían existir historias de machismo ni discriminación de la mujer en ningún deporte, porque somos atletas, ni más ni menos”.