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Planes de dieta

¿Cuántas calorías se queman al día en reposo?

A veces nos olvidamos de que nuestro cuerpo es un engranaje muy eficiente. Incluso cuando está tranquilo y en absoluta quietud, sin mover ni un solo músculo, está funcionando, trabajando en la sombra y quemando calorías. Lo hace para mantener los latidos de nuestro corazón, conservar la temperatura o promover un alto rendimiento celular.

El tema es saber cuántas calorías se pierden sin hacer nada. Creo que la respuesta os sorprenderá. Os invitamos a descubrirlo en este artículo porque, aunque cueste creer, tu cuerpo está quemando cuando aparentemente no está haciendo nada. No os asustéis, parecerá por momentos una clase de matemáticas pero serán de las que se terminan aprobando fácilmente.

¿Cuánto consume un adulto sano?

¿Cuánto consume un adulto sano?

Un hombre puede consumir entre 2.500 y 2.000 kilocalorías diarias, mientras que una mujer suele moverse entre 2.000 y 1.500 kilocalorías. Evidentemente, tendrá mucho que ver el gasto energético total de cada persona cuyo resultado vendrá dado por tres variables: cuánto necesita nuestro organismo para mantener las funciones vitales, cuánta energía hemos ingerido a partir de los alimentos y cuánta actividad física hemos realizado.

En este último factor es donde tenemos mucho más margen para situar un déficit calórico que nos pueda ayudar en la pérdida de peso. Los otros dos factores son bastante estructurales y apenas sufren variaciones considerables.

Además, tu gasto de calorías vendrá condicionado por tu edad -a partir de los 50 el metabolismo se ralentiza-, el entorno -no es lo mismo vivir en un clima muy frío que muy cálido- y la herencia genética. Según los expertos, podremos tener una aproximación de nuestro consumo calórico diario, multiplicando nuestro peso por 30. Pero no hay que obsesionarse con el consumo de calorías. Siempre es mejor atender a la calidad de lo que comes que a la cantidad.

 ¿Cómo realizamos el cálculo de calorías en reposo?

Para llegar a una cifra concreta, se utiliza lo que se denomina como Tasa Metabólica Basal (TMB), que es la cantidad de calorías que nuestro cuerpo necesita para realizar sus funciones básicas en reposo. Es lo que quema si permaneciéramos todo el día tumbados sin mover un dedo. Para ello, la fórmula más utilizada es la de Harris-Benedict.

Para hombres, el cálculo es: 88.362 + (13.397 x peso en kg) + (4.799 x altura en centímetros) – (5.677 x edad en años)

El número 88.362 es el componente constante de la fórmula mientras que el resto de números son coeficientes obtenidos mediante análisis empíricos; no son números al azar. El usuario que esté interesado en saber cuántas calorías consume en reposo, simplemente, tendrá que rellenar la información de su peso, altura y años.

En cuanto a las mujeres, el cálculo es: 447.592 + (9,247 x peso en kg) + (3.0989 x altura en centímetros) – (4.330 x edad en años)

Podemos hablar perfectamente, a modo de estimación cogiendo variables dentro de la media de la población, de unas 1.700 calorías en el caso de un hombre promedio, y unas 1.200 en el caso de una mujer.

¿Cómo se calcula el déficit calórico?

¿Cómo se calcula el déficit calórico?

Una vez ya tenemos nuestra TMB, ya es más sencillo saber cuántas calorías podemos ingerir para incidir en perder poco a poco, y siempre de manera saludable, algo de peso. Normalmente, se recomienda un déficit seguro y sostenible de 500 calorías por día. De este modo, y para que quede claro, si tu TMB es de 2000 y deseas un déficit de 500, tu consumo calórico deberá ser de 1.500.

Lo más importante es que este proceso sea supervisado por un profesional de la nutrición, que será el que podrá ajustar mejor todos los alimentos y calorías a propósito de cuidar al máximo de nuestra salud. En todo caso, es importante que recuerdes que una pérdida de peso ha de llegar por un camino saludable de cambio en los hábitos alimenticios y de actividad física moderada a largo plazo, y no mediante dietas restrictivas o que pretendan resultados inmediatos.

Comer diariamente frutas y verduras, limitar el consumo de grasas saturadas, cocinar al vapor en vez de freír, restringir los alimentos cuyo contenido en azúcar es alto y ser exigente con el consumo de grasas trans son algunos de los pasos que nos acercarán a un estilo de vida saludable.