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Consejos sobre suplementos

¿Qué hacer cuando se te sube el gemelo?

Seguro que te ha ocurrido lo de despertarse por la noche de sopetón y notar cómo se te monta el gemelo. Eso te obliga a levantarte de golpe y poner los pies en el suelo. Es algo bastante común y les sucede a muchas personas. No es nada para alarmarse, pero conviene saber por qué ocurre para poder ponerle remedio.

Se trata de una especie de calambre que agarrota el músculo y que aparece de la forma más imprevista posible. También os contaremos algunas técnicas y estrategias a seguir para que el músculo pueda volver a la normalidad. No solo los deportistas pueden ser víctimas de un agarrotamiento del músculo, sino también cualquier persona que practique ejercicio de manera más ocasional.

¿Por qué se sube el gemelo?

¿Por qué se sube el gemelo?

De entrada, se trata de una contracción involuntaria de los músculos de los gemelos, conocida como espasmo muscular, y puede tener varios factores que la desencadenan. Además, no vuelve de forma inmediata a su posición original.

No son exclusivos de las piernas, sino que estas contracciones involuntarias también son extensibles al resto del cuerpo, pero de forma más mayoritaria y constante se da en los gemelos. Básicamente, porque es un músculo sometido a un trabajo diario porque siempre estamos andando.

Hay muchas potenciales causas, pero no están tan claras. De ahí que el abanico de posibilidades esté bastante abierto. No deja de ser curioso que, en medio de la noche, se produzca una reacción de este tipo cuando a priori el músculo está en reposo y no trabajando.

Posibles causas de que se monte un gemelo durmiendo

Aquí van unas cuantas posibilidades:

  • Mala circulación del tren inferior. Puede haber problemas vasculares en las piernas que puedan ocasionar estos calambres.
  • Deshidratación. Una disminución de los niveles de minerales como el sodio, potasio o calcio pueden acarrearlos. También puede darse la circunstancia de que hayamos bebido alcohol durante la noche y nuestro cuerpo esté deshidratado en el momento de ir a dormir.
  • Fatiga muscular. El hecho de sobrecargar los músculos con una actividad física extenuante puede también ser otra de las causas, y más si hemos trabajado de forma específica esa zona en el gimnasio o hemos afrontado muchos kilómetros sobre un pavimento que ha forzado en demasía a los gemelos.
    Para una actividad física que requiera resistencia, es recomendable MultiSalt para mantener óptimos los niveles de electrolitos.
  • Comprensión de un nervio en la zona de los gemelos podría alterar su función normal y ocasionar calambres.
  • Medicamentos u otras sustancias. Los diuréticos o un consumo excesivo de cafeína podrían aumentar también el riesgo de calambres.
  • Malas posturas para conciliar el sueño. Dormir con las sábanas ajustadas o los pies apuntando hacia abajo pueden generar una contracción innecesaria que aumente la probabilidad de calambres.
  • Estiramientos insuficientes. Antes de ir a dormir, y más si ha habido una jornada de cierta actividad, es interesante acometer unos estiramientos adecuados para relajar la musculatura y prevenirlos.
  • Deficiencias nutricionales. El hecho de no seguir una dieta variada y equilibrada también puede repercutir negativamente.

Si experimentas calambres frecuentes en los gemelos, es recomendable consultar a un médico para una evaluación adecuada.

 ¿Qué se puede hacer cuando se sube un gemelo?

Tenemos que intentar acercar los dedos del pie hacia la espinilla, acompañándolos suavemente y manteniendo nuestra postura lo más erguida posible. Esto se puede realizar durante unos segundos y luego es conveniente masajear la zona para que se relaje. También es una opción ponerse de puntillas en el suelo durante unos segundos.

Dicho esto, algo muy importante también es mantener la calma y no ponerse más nervioso de lo normal. Los movimientos de extensión y flexión de tobillo y rodilla también te ayudarán.

Cada uno que encuentre su mejor fórmula, pero lo esencial es ponerse de pie para contribuir al estiramiento del músculo. Eso sí, ni toques el músculo ni lo cubras porque puedes hacer que las molestias empeoren. Solamente cuando desaparezca el dolor, se puede empezar a masajear la zona.